En México, de 25% a 30% de las pymes se ven obligadas a cerrar debido a que no cuentan con seguros o un esquema de administración de riesgos, informó ayer AIG.
Los desastres naturales y el aumento de la criminalidad son los principales factores por los que una pequeña o mediana empresa en el país busca asegurarse, explicó el director general de la aseguradora en México, Marcelo Hernández, en conferencia de prensa.
Según las estadísticas de AIG, en los últimos 12 meses 80% de las pymes en México estuvieron expuestas a algún riesgo por siniestro.
No obstante estos indicadores, sólo 5% de las pequeñas y medianas empresas en México cuentan con algún tipo de seguro, cifra menor al promedio de América Latina, donde de 10% a 11% de los pequeños negocios están asegurados.
Ante esto, AIG busca aumentar la cobertura en pequeños y medianos negocios en el país, al lanzar un seguro con un costo de 200 dólares al año para empresas tales como hoteles, restaurantes y agencias de viajes, entre otros.
El seguro, denominado Commercial Plus, también abarca gasolineras, salones de belleza, tortillerías y tiendas, así como cualquier tipo de negocios que requieran prevenir riesgos.
Con este lanzamiento, la empresa busca un crecimiento de hasta 20% en su cartera de seguros a pequeñas y medianas empresas; actualmente cubre a 6 mil establecimientos de este tipo en el territorio nacional.
La firma reconoció que la realidad económica en México ha sido una de las mayores limitantes para ampliar el mercado de seguros en el país; sin embargo, han percibido mayor interés por parte de los pequeños negocios en México de proteger su patrimonio
Interés energético. Sin precisar cifras, AIG aseguró que la apertura del sector energético ha generado gran interés por parte de empresas en México de invertir en negocios relacionados con este rubro y en consecuencia contratar un seguro.
Según Marcelo Hernández, si bien la actual coyuntura de precios bajos representa un mal momento en el sector energético, se trata de un tema de geopolítica económica, el cual tendrá que resolverse en el mediano plazo, ante lo cual las empresas están muy interesadas por invertir en México.
“No hay una sola empresa que hayamos consultado o que se haya acercado a nosotros que haya quitado sus intenciones de aprovechar la reforma energética”, finalizó.